Júpiter .El quinto planeta del Sistema

Júpiter es el quinto planeta del Sistema Solar. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos. Recibe su nombre del dios romano Júpiter (Zeus en la mitología griega). Se trata del planeta que ofrece un mayor brillo a lo largo del año dependiendo de su fase. Es, además, después del Sol, el mayor cuerpo celeste del Sistema Solar, con una masa casi dos veces y media la de los demás planetas juntos (con una masa 318 veces mayor que la de la Tierra y 3 veces mayor que la de Saturno). Júpiter es un cuerpo masivo gaseoso, formado principalmente por hidrógeno y helio, carente de una superficie interior definida. Entre los detalles atmosféricos se destacan la Gran mancha roja, un enorme anticiclón situado en las latitudes tropicales del hemisferio sur, la estructura de nubes en bandas y zonas, y la fuerte dinámica de vientos zonales con velocidades de hasta 140 m/s (504 km/h). Se piensa que puede ser una "Estrella fallida" debido a sus grandes cantidades de hidrógeno y helio.

Comparación de tamaños de la Tierra y Júpiter Elementos orbitales Distancia media al Sol 778.330.000 Km Inclinación 1,30530° Excentricidad 0,04839266 Período orbital sideral 11a 315d 1,1h Período orbital sinódico 398,9 días Velocidad orbital media 13,0697 km/s Radio orbital medio 778.412.026 km 5,20336301 UA Satélites 63 conocidos Características físicas Masa 1,899×1027 kg Densidad 1,33 g/cm3 Área de superficie 6,41×1010 km2 Diámetro 142.984 km Gravedad 23,12 m/s2 Velocidad de escape 59,54 km/s Periodo de rotación 9h 55,5m Inclinación axial 3,12° Albedo 0,52 Magnitud (Vo) -2.70 Características atmosféricas Presión 70 kPa Temperatura Mínima 110 K -163,15 °C Media 152 K -121,15 °C Máxima 198 K -75,15 °C Composición Hidrógeno >81% Helio >17% Metano 0,1% Vapor de Agua 0,1% Amoníaco 0,02% Etano 0,0002% Fosfina 0,0001% Sulfuro de hidrógeno <0,0001%


FORMACIÓN Y ESTRUCTURA FORMACIÓN Recreación artística de la formación de planetas en un disco de acreción. Las teorías de formación del planeta son de dos tipos: formación a partir de un núcleo de hielos de una masa en torno a 10 veces la masa terrestre capaz de atraer y acumular el gas de la nebulosa protosolar formación temprana por colapso gravitatorio directo como ocurriría en el caso de una estrella. Ambos modelos tienen implicaciones muy distintas para los modelos generales de formación del Sistema Solar y de los sistemas de planetas extrasolares. En ambos casos los modelos tienen dificultades para explicar el tamaño y masa total del planeta, su distancia orbital de 5 UA, que parece indicar que Júpiter no se desplazó sustancialmente de la región de formación, y la composición química de su atmósfera, en particular de gases nobles, enriquecidos con respecto al Sol. El estudio de la estructura interna de Júpiter, y en particular, la presencia o ausencia de un núcleo interior permitiría distinguir ambas posibilidades. Las propiedades del interior del planeta pueden explorarse de manera remota a partir de las perturbaciones gravitatorias detectadas por una sonda espacial cercana. Actualmente existen propuestas de misiones espaciales para la próxima década que podrían responder a estos interrogantes. CÓMO JÚPITER LLEGÓ A SER GRANDE Por Leslie Mullen, tomado de Astroseti.com http://astrobiologia.astroseti.org/articulo_135_como_jupiter_llego_ser_grande.htm ¿Cómo se formó el planeta más grande de nuestro sistema solar? La visión tradicional es que Júpiter formó inicialmente un núcleo rocoso, de varias veces el tamaño de la Tierra, el cual atrajo después una envoltura de gas aún más grande. Este proceso es conocido como “acreción”. Pero hay problemas con este modelo. El mayor de ellos es que si un enorme planeta gaseoso realmente se formó por una acreción gradual de material, debería haber tomado un tiempo muy largo para hacerlo. Las estimaciones actuales van desde diez millones hasta mil millones de años. Sin embargo, observaciones recientes de estrellas distantes sugieren que sus planetas tienen como máximo unos pocos millones de años, y quizás menos, para juntar todo el polvo y el gas que puedan antes de que desaparezca el disco protoplanetario que los alimenta.

         La atmósfera de Júpiter muestra una amplia gama de fenómenos activos, incluida la inestabilidad de las bandas, vórtices (ciclones y anticiclones), tormentas y relámpagos. Los vórtices se manifiestan como enormes manchas (ovaladas) de color rojo, blanco o marrón. Las dos manchas de mayor tamaño son la Gran Mancha Roja (GMR) y la Pequeña Mancha Roja (PMR); estas y la mayoría de las otras manchas son de características anticiclónicas. Los anticiclones más pequeños suelen ser blancos. Se cree que los vórtices son estructuras relativamente poco profundas, que no superan varios cientos de kilómetros. La GMR, que se sitúa en el hemisferio sur, es el vórtice más grande conocido en todo el Sistema Solar. Su tamaño es tal que podría envolver a varios planetas del tamaño de la Tierra, y ha existido durante al menos trescientos años. La PMR, que se encuentra al sur de la GMR, tiene una magnitud equivalente a un tercio de la anterior y se formó en el año 2000 a raíz de la combinación de tres óvalos blancos. Júpiter presenta tormentas poderosas, siempre acompañadas por relámpagos. Estas Las tormentas son un producto de la convección húmeda en la atmósfera relacionada con la evaporación y condensación del agua. Estos sitios presentan fuertes movimientos ascendentes del aire que producen la formación de nubes brillantes y densas. En general, las tormentas se forman en la región de las correas. En Júpiter los relámpagos son mucho más poderosos que en la Tierra; sin embargo, son menos frecuentes y su nivel promedio de actividad es comparable al terrestre.
Fuentes:Nasa..

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